miércoles, 7 de septiembre de 2011

Quiénes somos

En construcción...

Balance de la pelea en MONSA Línea 60


Por Néstor Marcolín, Delegado

Otra muestra de unidad, organización y lucha para enfrentar el ataque de uno de los más grandes monopolios del transporte automotor, DOTA.

Gracias a esta nueva pelea con cinco días de paro, autodefensa contra la patota de la patronal y la UTA, cortes en el Puente Pueyrredón y la Panamericana, logramos frenar la ofensiva de la patronal.

Como siempre, fuimos respaldados por la enorme solidaridad activa de muchos compañeros delegados y activistas de otras empresas, organizaciones políticas, estudiantiles y barriales.

Esta ofensiva no es solamente una mala liquidación de sueldos, como dicen los canales de televisión. El conflicto es político. Es el ataque, en varios frentes, de un monopolio del transporte, que se jacta de “tener cortitos” a sus empleados en las más de 30 líneas que controla, para “disciplinar” a los trabajadores de MONSA. Para liquidar la organización y conciencia que en la 60 construimos durante los últimos ocho años, y que genera simpatía para el resto de los chóferes y trabajadores en general. Todo esto significa que lo que conseguimos es frenar, pero no terminar, con la ofensiva y sino fíjense que el 23 suspendimos las medidas y al otro día nos genera un nuevo conflicto con las planillas de horario ida y vuelta, nos pone otra piedra en el camino. Lo que conseguimos es fortalecernos para seguir defendiendo nuestras conquistas y pelear por todas las que nos faltan, entre ellas las 6 hs de trabajo. Para esto tenemos que hacer un balance y sacar algunas conclusiones.

¿Contra quien peleamos?

Todos tenemos bien claro que peleamos contra DOTA, y ningún compañero se le ocurriría decir que Faija o Pasciuto esta de nuestro lado. Pero la empresa no está sola. Cuenta con el apoyo del gobierno de Cristina y la complicidad de la conducción de la UTA. El gobierno se hace pasar por mediador imparcial, que no tira para ninguno de los dos lados. La realidad es que el Ministro de Trabajo Tomada, que actúa bajo las ordenes de la Presidenta, llama a negociar cada vez que hacemos una medida de fuerza y se compromete a garantizar los acuerdos, pero después mira para el otro lado ante el incumplimiento de la patronal y cuando volvemos al paro para hacer cumplir lo que se firmó dicta la conciliación obligatoria. No es incapacidad, es complicidad de un gobierno que defiende los intereses patronales como se vio claramente cuando salió a respaldar la detención del compañero Sobrero atacando a los ferroviarios del Sarmiento y su Cuerpo de Delegados y como lo había hecho la propia Cristina contra los compañeros del Subte cuando salió a burlarse de la tendinitis para opacar un justo reclamo y ponerle los puntos y marcarles la cancha. Quien llame a confiar en el gobierno esta llevando a los trabajadores a la derrota segura.

En el caso de la UTA pasa algo parecido. No es verdad que “algunos dirigentes” nos quieren reventar. Toda la conducción de la UTA, empezando por Fernández, necesita derrotar a los trabajadores de la 60 para que la “manzana podrida” no contagie al los choferes de otras líneas. Tampoco la conducción moyanista de la CGT ni la de la CTA están de nuestro lado. No hay nada que agradecer a estos dirigentes que sólo se movieron, a último momento, para ayudar al gobierno y quedar bien con este al levantar una huelga que duro cinco días.

¿Quién cuida nuestra integridad física?

Otra lección clara que dejo este conflicto es que para defendernos de las patotas armadas por la empresa y el gremio sólo contamos con nuestras propias fuerzas. Ni la Policía, ni la Gendarmería, ni los jueces están para defendernos. Durante meses denunciamos la política de la patronal de contratar matones para amedrentarnos y a nadie se le movió un pelo. Los propios trabajadores tuvimos que sacarlos de la empresa. Esto es muy importante porque marca el camino de cómo enfrentar esta forma encubierta de represión a los trabajadores.

¿Para qué sirven las asambleas?

Las asambleas no son actos donde los delegados dan discursos mientras la base y los activistas aplauden o insultan según el caso. La participación con voz de todos los compañeros es fundamental para que todas las posiciones, no solamente la de los delegados, tengan peso a la hora de votar. Para que haya democracia obrera se debe respetar el derecho de todos los compañeros de opinar antes de resolver el levantamiento o continuidad de las medidas de fuerza o cualquier cosa que se trate.

No puede ser que delegados salgan a declarar por los medios el levantamiento del paro cuando todavía no se había votado en una de las cabeceras. No importa que la cantidad de votos en una cabecera fuera abrumadora a favor de levantar y mucho menos importa el apuro del Ministerio para firmar un acta. Si los delegados no respetamos el derecho democrático de los compañeros lo único que hacemos es debilitar las fuerzas para los próximos conflictos que, sin duda, vendrán.

Unidad para defendernos

Para enfrentar los contraataques de la patronal tenemos que fortalecer nuestra organización. Y fortalecer significa principalmente decirles a los trabajadores la verdad. Marcar a fuego que no podemos confiar ni en el gobierno, ni en Fernández, ni en Moyano. Los únicos aliados que tenemos son los trabajadores que se solidarizaron con nuestra pelea como los ferroviarios, el Subte, Ecotrans, el Hospital Garrahan, Kraft, Fate, Frigorífico Rioplatense y muchos otros. Ellos sufren los mismos ataques de la triple alianza patronal-gobierno-burocracia sindical que sufrimos nosotros. A todos nos judicializan y nos criminalizan y a la larga intentaran encarcelarnos o desaforarnos, También nos mandan a atacar a nuestras casas creando daños físicos como materiales y hasta atacan a nuestras familias para intimidarnos. Están preparando un ataque a todos los trabajadores y para eso necesitan barrer o debilitar a los cuerpos de delegados que no se venden. Unificar nuestras fuerzas con ellos es fortalecernos para enfrentar lo que se viene.

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