lunes, 25 de junio de 2012

¡Paremos con la CGT y la CTA! Movilicémonos a Plaza de Mayo y demás lugares de concentración en el interior del país

Luego de un paro contundente los camioneros arreglaron su paritaria en un escaso 25,5% en tres cuotas. El plan de lucha de los camioneros, iniciado en la rama de transporte de caudales se extendió a la de combustibles, con el paro con piquetes de huelga en 18 refinerías del país.
La respuesta del gobierno de Cristina Kirchner ha sido, como con los petroleros, los docentes, etc., atacar abiertamente la huelga. Cómo hizo también con el paro de los choferes de la línea 60 y en otras huelgas, el gobierno envió a la gendarmería, con el objetivo de desalojar los piquetes. Pero no sólo eso, en el Edificio Centinela (sede de la Gendarmería) se reunían varios ministros del gabinete nacional (de interior, defensa, seguridad, etc.) con la Gendarmería para “coordinar” la represión a la huelga, la ocupación de las refinerías y el intento de sacar camiones manejados por personal militar. El gobierno además amenazó con la aplicación de la Ley de Abastecimiento (originalmente dirigida contra las patronales que acaparan mercaderías y productos esenciales), y pidió a la justicia que le abra una causa judicial a los Moyano (padre e hijo).

Esta situación es grave, porque estamos ante otro intento de militarización abierta de una lucha obrera y de la persecución judicial de sus dirigentes. El gobierno kirchnerista viene profundizando una política represiva al servicio de los intereses de las patronales, y ¡son más de 5000 los delegados y activistas obreros con procesos y causas judiciales!
El desarrollo de esta lucha está enmarcado políticamente por la ruptura entre el moyanismo y el gobierno, y la disputa por la conducción de la CGT. Moyano estando al frente de la CGT fue, durante largos años, un sostén fundamental del gobierno de los Kirchner, a quienes les garantizó incluso los topes salariales de paritarias anteriores y los bajos salarios para la mayoría del movimiento obrero, mientras los empresarios se la “llevan en pala”.
Sin embargo, los burócratas de la CGT-Moyano, ahora enfrentados al gobierno, llaman a un paro y movilización a Plaza de Mayo para el día miércoles 27 de junio, reclamando se suba el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias y que se pague el salario familiar a todos los trabajadores. Es una cuestión elemental y justa: con la inflación incesante, son cada vez más los trabajadores alcanzados por estas “retenciones” al salario. ¡El impuesto a las ganancias para los trabajadores convencionados debe ser directamente eliminado!
La CTA de Michelli ya había convocado a un paro con movilización para ese día, por lo que, aunque no es seguro, es probable que confluyan en una acción unitaria. Moyano y Micheli representan dos alas de la burocracia sindical. No hay que confiar en ellos ni depositar ninguna expectativa en que sean consecuentes con la lucha.

Sin embargo, la convocatoria a este paro general (el primero que convoca la CGT desde el 2001), es la oportunidad de que todos los trabajadores salgamos a luchar por nuestras reivindicaciones.
Es sabido que los dirigentes sindicales de la CGT (y también la CTA) están divididos. No debemos dejar que las peleas por el sillón de la CGT entre los burócratas,  nos impida salir a la lucha por lo que es justo e indispensable. ¡Hagamos asambleas, y exijamos que se convoquen plenarios de delegados que voten la adhesión al paro y a la movilización!
Pero para que el paro sea general, no debe levantar sólo las reivindicaciones de los trabajadores en blanco y con mejores salarios, sino que tenemos que incorporar en el programa de lucha las necesidades más elementales del conjunto de los trabajadores afectados por los bajos salarios y la inflación, el trabajo en negro, las suspensiones, despidos y los cierres de empresas:

¡Salario mínimo acorde a la canasta familiar ($6600) y 30% de aumento salarial!

¡Pase a planta y blanqueo de todos los trabajadores en negro, contratados y precarizados!

¡Contra los despidos, reparto de las horas de trabajo sin reducción salarial en todas las fábricas que suspendan o despidan!

¡Estatización con administración obrera de toda fábrica o empresa que cierre!
¡Cierre de causas y desprocesamiento de los activistas obreros y populares enjuiciados por luchar!

¡Contra la militarización y la represión a las luchas obreras y populares!

No podemos confiar en que Moyano y Micheli le den continuidad a un plan de lucha hasta imponer estas reivindicaciones. La CTA opositora (minoritaria en la clase obrera e incluso entre los trabajadores estatales) no va más allá de movilizaciones “demostrativas” que son impotentes. Moyano más de una vez ha declarado que si la presidente Cristina F. Kirchner “abandona su soberbia”, la CGT está dispuesta al diálogo, lo que significa que si el gobierno le respeta sus prebendas, Moyano está dispuesto abandonar la lucha a cambio de algunas concesiones mínimas para los trabajadores. Pero además los trabajadores tenemos que rechazar el intento de sectores patronales, como la FAA o Carbap, para aprovechar el justo reclamo de los trabajadores para fortalecer sus reclamos por intereses patronales. ¡Debemos repudiar su participación en la movilización!


¡Los delegados y activistas antiburocráticos debemos profundizar nuestra organización para impulsar unitariamente la lucha! Ante el agravamiento de la situación económica que plantea la perspectiva inminente de una nueva situación de la lucha de clases, llamamos a las Comisiones Internas y Delegados enrolados en el Frente de Izquierda (PO-PTS-IS) a que encabecen la convocatoria a un plenario unitario y abierto de todos los delegados y activistas antiburocráticos, combativos y clasistas.


Comité de Enlace - Corriente de Trabajadores / PRS

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