viernes, 20 de enero de 2012

La patronal de Swift amenaza con cerrar la planta de Villa Gdor Gálvez


El grupo brasileño JBS actuales dueños del Swift, ya cerraron la planta de Venado Tuerto, que tiene más de 500 trabajadores, y amenazó con cerrar la de Villa Gobernador Galvez (1500 obreros) si para mediados de año la situación de la empresa no mejora.

La patronal chantajea para obtener una cuota mayor de exportaciones (la cuota Hilton). Pero no hay que minimizar el riesgo de cierre por la baja del consumo interno. A la patronal sólo le interesan sus ganancias, y si la “rentabilidad” es baja no se puede descartar que cierre la planta dejando a los trabajadores en la calle, en una situación en la que se hará cada vez más difícil conseguir otro empleo.

Ante el cierre de la planta de Venado Tuerto, los dirigentes de la Federación de la Carne no han dispuesto ninguna medida de lucha. Se limitan a hacer de intermediarios entre la patronal y el gobierno. Salen de las reuniones en el Ministerio de Trabajo o con el Secretario de Comercio Guillermo Moreno, alabando la buena voluntad de los funcionarios y declarando que el gobierno nacional “no quiere” el cierre de la planta. Pero ni la nación ni la provincia han hecho nada para impedirlo. Dicen que, tanto desde el gobierno nacional como desde el gobierno provincial, están buscando una solución, ya sea que otra patronal se haga cargo de la planta o formar una cooperativa con los trabajadores.

Pero ¿Se puede confiar en que el gobierno nacional o el provincial aseguren la continuidad del trabajo? Nosotros creemos que NO. Como experiencia nos sirve ver qué pasó con Mahle (Rosario) y Paraná Metal (Villa Constitución). En Mahle dijeron lo mismo que dicen ahora en relación a la planta de Venado Tuerto: que no quieren el cierre, que están buscando otra patronal que se haga cargo, que si no hay que hacer una cooperativa. Los mantuvieron a los trabajadores con esa “zanahoria” esperando y esperando las negociaciones con uno y otro empresario, mientras los dirigentes de la UOM les decían a los obreros que esperaran, que tuvieran paciencia y que no cortaran la calle ni hicieran manifestaciones, porque eso ahuyentaba a los empresarios interesados en la empresa. A la vez les ofrecían la indemnización a quién quisiera agarrar. Con el paso del tiempo y el desgaste de la espera, y de varios anuncios frustrados, cada vez fueron quedando menos obreros peleando por la fuente de trabajo, y al final la fábrica cerró y todos quedaron afuera. Todas las promesas del gobierno de Cristina K y de Binner fueron falsas, sólo fueron engaños para llevar al desgaste la lucha de los obreros de Mahle. Con Paraná Metal pasó casi lo mismo, con el agravante de que la “zanahoria” que les puso a los obreros el gobierno de Cristina K fue que Cristóbal López, un empresario del círculo íntimo de los Kirchner, se hizo cargo de la planta, supuestamente para volver a ponerla a producir. Al día de hoy, luego de varios anuncios de reapertura falsos, Paraná Metal sigue cerrada. El propio Secretario de Comercio Guillermo Moreno se había hecho cargo de la papelera Massuh (en Berazategui, provincia de Buenos Aires) y también terminó cerrada.

¿Se puede confiar en los dirigentes de la Federación o del Sindicato de la Carne de Rosario? Ellos mismos reconocen que desde el 2009 se perdieron 7000 puestos de trabajo y ¿qué hicieron? NADA.

Los trabajadores del Swift de Villa Gdor Galvez no deben confiar ni en los dirigentes sindicales ni en la patronal. Hay que organizarse desde la base para preparar la lucha contra la posibilidad del cierre de la planta. Lo primero que se puede hacer es formar una comisión de trabajadores que viaje a Venado Tuerto a llevarle la solidaridad a los compañeros de allá y a enterarse bien de cuál es su situación. Si la patronal decide cerrar, la lucha tiene que ser para obligar al gobierno nacional o al provincial a estatizar la planta y mantener la producción bajo administración de los propios trabajadores.

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