domingo, 1 de julio de 2012

CUESTA ABAJO

(Editorial)



Trabajo, Derechos Humanos, Malvinas, YPF, vivienda, etc., ninguno de los temas que preocupan profundamente a la población ha escapado a la demagogia kirchnerista.  Los espectaculares  y mediáticos anuncios de CFK intentan mostrar a un gobierno con soluciones e iniciativa, tendiendo una cortina de humo sobre el crecimiento de las profundas contradicciones económicas que cada día afectan más “al modelo”. Así, según sus propias declaraciones,  pasamos de un modelo “blindado” a un modelo “ordenado” y de pronto a un país “al que el mundo se le cae encima”.
Consciente de los tiempos que se avecinan, la presidenta, en reiteradas oportunidades advierte a una  abigarrada comparsa que la sigue a cada uno de sus actos y por difusión “oficial” a todos sus seguidores del país,  que “Él” siempre le recordaba  “que había sido tan grande el susto, allá en el 2001, que ningún empresario, ningún banquero, ningún político podía salir a la calle”, es decir que ha llegado el tiempo de cerrar filas para defender “lo conquistado”. Este recuerdo, a pocos días de un nuevo  aniversario de la represión en Puente Pueyrredón y de los asesinatos de Kosteki y Santillán, expresa el más profundo de los temores que padecen, no solo el Kirchnerismo, sino todos los empresarios, banqueros y políticos que apoyan al “modelo”, de que a partir del deterioro económico comience un ascenso en las luchas de los trabajadores.
Es que lo que el Kirchnerismo ha conquistado no es poco, abrir en gran parte de  la población toda una etapa de expectativas logrando un disciplinamiento en lo institucional y  en la explotación de los trabajadores que ha llevado a la propia CFK ha señalar que en toda esta etapa “industriales y empresarios la juntaron con pala”, a lo que la Unión Industrial Argentina (UIA) respondió que “si bien es cierto que los empresarios del sector tuvieron ganancias, los que verdaderamente la juntan con pala son las empresas nacionales y multinacionales subsidiadas ligadas a la explotación de los servicios” Es decir,  el debate de los patrones expresa con claridad, que en realidad todos la juntan con pala. Mientras que gran parte de la población continúa sin resolver los problemas de trabajo, vivienda, salud, educación, etc.
El último anuncio de la construcción de viviendas sirvió para que la presidenta instalara de lleno la dimensión de la crisis y el ajuste "No lo hacemos en cualquier momento (el lanzamiento del plan de créditos), lo estamos haciendo en un momento de dificultades económicas sin precedentes que vienen de afuera" reconoció.
¿Cómo no reconocerlo? Con más de veinte provincias con las cuentas en rojo,  no hay cortina de humo que valga. Dos recientes informes económicos vaticinan un escenario muy similar al que vivieron Alfonsín y De la Rúa previo a sus propias crisis.  Los niveles de coparticipación federal han caído este año alrededor de un 8 por ciento, “la insostenible situación financiera de las provincias que ante la desaceleración económica, la falta de ayuda del Gobierno nacional (que no cumple con la coparticipación ni con el programa de sustentabilidad fiscal prometido en 2011) y la puja salarial, empezaron a colocar deuda con financiamiento en el exterior comprometiendo sus cuentas en el futuro inmediato”. El conjunto de las provincias, a pesar de estar “liberadas” del pago de deudas con nación, presentará necesidades de financiamiento por casi 30.000 millones de pesos (1,2%del PBI).
El tema de los superávits
Pero, el problema recién empieza puesto que la realidad objetivamente nos muestra que se ha evaporado la fortaleza fiscal. Recordemos que la recaudación fiscal interna, impulsada por el crecimiento de la actividad económica, superaba el aumento del gasto público, generaba un superávit fiscal, bandera del Kirchnerismo todos estos años, nada que ver con la situación actual, el gasto público crece en forma exponencial y los ingresos por debajo de la inflación, es decir que los gastos crecen por encima de los recursos poniendo fin a la política de los “superávits”.
Con respecto al superávit comercial (diferencia positiva entre lo que vende y lo que compra el país), después de 10 años consecutivos de situarse por encima de los 10.000 millones de dólares, hoy,  la menor demanda brasileña y la baja de los precios que afectarán a las exportaciones (Soja transgénica y sus derivados, carne, maíz, trigo)  dejaran un saldo en la balanza comercial  que no supera los US$7.500 millones,  lo que, como dicen los informe, “restará dólares a las arcas públicas”; hasta tal punto, que con el objetivo de mantener, en parte, el superávit comercial el gobierno ha puesto en marcha mecanismos restrictivos de importaciones de bienes físicos, lo que implica una desaceleración de la producción que depende de las importaciones con el consiguiente deterioro del empleo.
Si a este cuadro le sumamos los compromisos de pago de la deuda externa por los cuales el gobierno acumula dólares a partir del “cepo cambiario”, el déficit energético y los multimillonarios subsidios a las privatizadas que el gobierno “nacional y popular” defiende, sostiene y está dispuesto a afrontar, veremos como la crisis del capitalismo mundial golpea a un “proyecto” patronal  más, que en el marco de la crisis mundial, jamás puede ser una alternativa para la clase obrera.
Sin pretender transformar estos datos extraídos de publicaciones patronales (Indec, Economía y Regiones y Abeceb) en un tratado de economía, nos interesa mostrar el cuadro de crisis que debemos enfrentar en la próxima etapa.
Ya la restricción de las importaciones y la reducción de compras de Brasil han significado la suspensión de 2000 trabajadores de Renault Argentina que cobran durante el tiempo de suspensión el 75% de su salario, lo mismo ha hecho la planta Fiat argentina de Córdoba suspendiendo a más de 1600 trabajadores; jaqueados los presupuestos provinciales, como efecto dominó,  miles de municipios en rojo alertan sobre la imposibilidad de mantener personal y gastos. 
Vemos que una vez más todo el operativo montado por el gobierno, “sintonía fina” mediante,  intenta descargar la crisis sobre los trabajadores, incluso aquellos que están “en blanco” con un salario menor a la canasta familiar (5.800 pesos) terminan pagando impuesto a las ganancias; ni que hablar de los cientos de miles de trabajadores en negro y tercerizados de las privadas y del Estado Nacional, provincias y municipios que se transforman en el primer “fusible” del ajuste (En Río Negro Ley de Disponibilidad mediante miles de trabajadores del estado ven peligrar su puesto de trabajo, centenares ya han sido despedidos).
Las expectativas despertadas por el Kirchnerismo y el colaboracionismo de las centrales sindicales (CGT, CTA), que la única disputa que han sostenido es por espacios propios de poder, debilitan profundamente la organización y respuesta de la clase trabajadora.
 La construcción de una alternativa política propia, de nuestra clase, que plantee una alternativa obrera y socialista a la barbarie que nos pretende imponer el capital, es nuestra tarea.

2 comentarios:

Cristian dijo...

La verdad que me parece genial este post, realmente muestra lo que esta pasando y me encantaria ver los incentivos que esta teniendo la industria auomotriz en el pais en otras industrias, y poder desarrollar la industria nacional, o que se sigan firmando contratos para poder fabricar modelos vendidos y populares como los de fiat en el pais

Anónimo dijo...

Hola Cristian te invito a que te comunique con nosotros
prs-juventud@live.com.ar o facebook: Juventud del PRS. Saludos y gracias por el comentario

Publicar un comentario

Twitter Facebook Agregar a Favoritos