Absolvieron
a los trabajadores enjuiciados
El martes 5
de julio terminó el juicio oral y público en el que fueron absueltos Marcolín y
Cardona, trabajadores de la 60. Marcolín es además miembro del Cuerpo de
Delegados. La patronal solicitó 6 meses de prisión para ambos y seis de
inhabilitación como delegado para Marcolín, en una causa armada por supuestas
amenazas. En realidad, como ya lo señalamos en un comunicado distribuido a gran
cantidad de choferes “El verdadero
sentido de esta causa montada por la patronal consiste en atacar a los
que han encabezado la lucha en defensa de las conquistas laborales de
todos los trabajadores de la 60 para avanzar con su “modelo empresario”:
despidos, fin a los “cambios de tareas”, violación del convenio colectivo de
trabajo. Pero el objetivo de DOTA sobrepasa largamente estas cuestiones.
Enjuiciando a estos compañeros, DOTA intenta condenar también un “método” y una
política, el de la organización de los trabajadores, de las asambleas
democráticas donde todos pueden expresarse y decidir sin temor a ser
despedidos, etc.”. La absolución de los trabajadores de la 60 es entonces
un revés para esta poderosa patronal.
Como
también señalábamos, la política de la patronal está alineada con la del
gobierno nacional. “Prácticamente no hay
reclamo obrero que el gobierno kirchnerista no haya salido a condenar: a los
docentes, a los metalúrgicos, etc. El gobierno nacional apela cada vez más
abiertamente a la represión contra las huelgas, como ha sido el caso de la
intervención de centenares de efectivos de la infantería y la gendarmería
contra la lucha de la 60 o los estatales del INTI.
La llamada “criminalización de la protesta social” cuenta en su haber
con miles de activistas y delegados procesados. Ha sido puesta al
descubierto la intervención de la Gendarmería en el espionaje a los
trabajadores de Kraft, acompañando el endurecimiento de penas a partir de la
implementación de la llamada “Ley Antiterrorista”, etc. El gobierno que ha
comenzado la implementación de una política de ajuste, (por ejemplo en el caso
de los salarios, impulsando paritarias con aumentos menores a la inflación) se
apoya en esta orientación abiertamente antiobrera.”
Fue
determinante para este resultado la importante movilización de los trabajadores
de la 60 durante varios días al juzgado. También la participación de distintas
Comisiones Internas: Kraft, Hospital Garrahan, EMFER, Pepsico, ATE Sur, entre
otras, además de organizaciones de DDHH, sociales y políticas. Pero además la
adhesión de los choferes con “la 60”
recorre todas las líneas porque son “los
que se le plantan a DOTA.”. En contraposición, los dirigentes de la UTA no
realizaron una sola muestra de solidaridad con los trabajadores procesados
Se reabre la lucha
contra los despidos
Un
día después del fallo de absolución, el Ministerio de Trabajo dio por terminada
la conciliación voluntaria que se extendía después del paro de cinco días
realizado en abril pasado. Por eso, tras la absolución de Marcolín y Cardona,
el centro del reclamo es ahora la cuestión de los 4 trabajadores despedidos y
los “cambios de tareas”, o sea, que se mantenga el puesto en otras tareas a los
compañeros que ya no pueden conducir por problemas de salud, causados por las
propias condiciones de trabajo. También los compañeros reclaman que se cumplan
con las frecuencias establecidas por la CNRT y que MONSA no cumple.
El
fin de la conciliación voluntaria y los despidos se produjeron el mismo día que
el gobierno nacional dispuso el traspaso del área de transportes al Ministerio
del Interior, es decir, la lucha de la 60 tiene como marco la crisis del
transporte que golpea al gobierno nacional (crimen social de Once, quiebra de
empresas como la Tomás Guido, intentos de ajuste tarifario, etc). Sin dudas,
será también uno de los ejes de la gestión de Randazzo profundizar el ataque a
los Cuerpos de Delegados combativos que se desarrollaron en el transporte
durante estos últimos años.
Frente
a esta situación han comenzado asambleas para determinar las medidas de lucha
por la reincorporación de los trabajadores despedidos. Sea cual fuere el
resultado de la lucha, los trabajadores como siempre, solo contamos con
nuestras propias fuerzas. Por eso, la
política basada en la ilusión de una intervención del gobierno kirchnerista
favorable a los trabajadores (lamentablemente planteada por un sector del
cuerpo de delegados que hasta participó del acto kirchnerista en la cancha de
Velez unos días después que el propio gobierno nacional movilizó a la
gendarmería para reprimir a los choferes) es contraria a nuestros intereses.
Sin
embargo, la defensa de los compañeros Marcolín y Cardona muestra que los
trabajadores siguen de pie. Se necesita
un plan de lucha con medidas y paros progresivos hasta la reincorporación de
los trabajadores que han sido despedidos y por la estabilidad laboral de todos
los trabajadores.
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