martes, 13 de marzo de 2012

Nueva revista internacional publicada por el CoReP y PRS para la construcción de una Internacional Obrera Revolucionaria

(Hace clik sobre la imagen para leer la revista)

Presentamos aquí la editorial del primer numero de la Revista Internacional debate comunista nº 1


Para resolver la crisis de dirección de la clase revolucionaria

Sin partido propio, la clase obrera es incapaz de ponerse a la cabeza de los demás trabajadores de las ciudades y del campo, y de la juventud, para derribar a la burguesía.

Sin partido obrero revolucionario, los trabajadores de Grecia y de otros países de Europa son desorientados por los “días de acción”, paros de un día convocados por las burocracias sindicales y los partidos reformistas para presionar a los gobiernos burgueses desde el interior del callejón sin salida del proteccionismo capitalista.

Sin partido obrero revolucionario, los estudiantes y los jóvenes desocupados de Portugal, de Gran Bretaña, de España, de los Estados Unidos, son desviados por los líderes de los “Indignados” hacia el pacifismo, el apoliticismo y la ilusión de un capitalismo sin finanzas.

Sin partido obrero revolucionario, la rebelión de los jóvenes desocupados y las minorías étnicas de Gran Bretaña se agota en acciones impotentes.

Sin partido obrero revolucionario, las mujeres, los jóvenes, los trabajadores asalariados de Túnez, Libia y Egipto se encuentran impotentes frente al islamismo contrarrevolucionario y las masas de Siria son desarmadas política y militarmente por la oposición burguesa que quiere preservar sus Fuerzas Armadas y apuesta a la ONU o a la Liga Árabe.

Sin partido obrero revolucionario, los trabajadores y los jóvenes de Israel están impedidos de unirse a la lucha contra el Estado sionista colonial.

Sin partido obrero revolucionario, los trabajadores y jóvenes de Rusia que se levantan contra Putin serán engañados por tal o cual fracción de la clase dominante.

Sin partido obrero revolucionario, el capitalismo será completamente restablecido en Cuba por la burocracia castrista.

Sin embargo, las condiciones objetivas para la revolución socialista mundialestán maduras hace mucho.

• De un lado, la clase obrera jamás fue más numerosa a escala mundial y el desarrollo de las ciencias, la técnica y los medios de producción permiten avizorar una sociedad que satisfaga las necesidades de la población mundial, liberada de la propiedad privada, la explotación, las fronteras nacionales, cuya economía esté colocada bajo el control de los productores asociados.

• Del otro, el capitalismo continúa probando que constituye una traba al progreso, mediante la crisis económica mundial recurrente, la impotencia de todas las “políticas económicas” burguesas (tanto “liberales” como “keynesianas”) y la desocupación en masa. El capitalismo aparece cada vez más como una amenaza para la humanidad a través del militarismo (y la multiplicación de “potencias nucleares”),la destrucción del entorno natural, las intervenciones imperialistas y los conflictos étnicos, las rivalidades inter-imperialistas (exacerbadas por la crisis de la Unión Europea y la decadencia de los Estados Unidos, el fortalecimiento de los partidos clericales o fascistas (que ponen el blanco en las minorías étnicas o religiosas), las restricciones a las libertades democráticas…

Por cierto, algunos obstáculos subjetivos a la revolución socialista mundial se han debilitado históricamente.

• El estalinismo se hundió. Después de haber usurpado el poder de los trabajadores en la URSS, facilitado la victoria del fascismo en Alemania y España, destruido la III Internacional, salvado al capitalismo mundial luego de la Segunda Guerra Mundial, impedido el poder de los trabajadores en Europa Central, en China, en Vietnam, en Cuba, y haber aplastado las revoluciones obreras que intentaron eliminar a las burocracias privilegiadas en el poder, restableció finalmente el capitalismo en Europa Central, Rusia y China. Hoy, los despojos del estalinismo prosiguen su papel reaccionario en el seno de los sindicatos. A veces fueron engendrando partidos burgueses, incluso algunos con fuertes rasgos fascistas. En general nada diferencia ya a los antiguos partidos estalinistas de la socialdemocracia tradicional.

• La autoridad de la socialdemocracia tradicional sobre la clase obrera mundial se debilitó considerablemente. Después de haber destruido laII Internacional integrándose a “la unión sagrada”, de haber salvado al capitalismo al final de la Primera Guerra Mundial y aislado a la revolución victoriosa en Rusia, luego de haberse quebrado frente al fascismo, de reconstruir con el estalinismo los estados burgueses en Italia y Francia, y haber sostenido guerras colonialistas, conformaron gobiernos capitalistas que aplicaron austeridad, privatizaron y atacaron las conquistas sociales. Hasta su caída, los déspotas de Túnez, Egipto y Costa de Marfil, fueron miembros de la “Internacional Socialista”. Una gran parte delos partidos de origen laborista, socialdemócrata o estalinista renunciaron formalmente al socialismo desde la restauración del capitalismo en casi todos los antiguos estados obreros.

• Las corrientes nacionalistas pequeñoburguesas y burguesas falsamente socialistas, revelaron su quiebra a gran escala. Algunas pudieron, gracias a las traiciones de la socialdemocracia y del estalinismo, engañar a algunas masas en los países dominados o engañar a minorías nacionales oprimidas. Allí donde no pudieron tomar el poder, desistieron patéticamente de sus pretensiones socialistas y antiimperialistas. Cuando los nacionalistas accedieron al poder, defendieron a la clase explotadora sin deshacerse del imperialismo. Entre los ejemplos tardíos figuran Venezuela y Bolivia.

Hoy en día ningún centro internacional impulsa la construcción de partidos obreros revolucionarios, a causa de la destrucción de la IV Internacional hace 60 años, cuando fue víctima de la adaptación de su propia dirección al estalinismo y al nacionalismo burgués. Las corrientes centristas nacidas de la liquidación de la IV Internacional se comportan como muletas de los partidos reformistas y de las burocracias sindicales, convocan a edificar “partidos amplios” al servicio de su burguesía para remplazar al estalinismo y a la socialdemocracia, e incluso capitulan ante el nacionalismo burgués (incluido el islamismo).

Es a la perspectiva de una internacional proletaria marxista que el PRS (Argentina) y el Colectivo Revolución Permanente (Austria, Francia, Perú) piensan contribuir publicando en común esta revista, para reunir a los revolucionarios hoy dispersos delimitándose de todos los agentes de la burguesía y levantar en todos los países la bandera de la dictadura del proletariado (destrucción del Estado burgués, expropiación de los capitalistas y poder de los soviets) como medio para edificar la sociedad sin clases, el socialismo mundial.

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