Obreros del carbón: “Si no hay
solución, habrá revolución”
El
29 de mayo se inició en España una masiva huelga de los mineros del carbón
producto de que el gobierno del derechista Mariano Rajoy del Partido Popular,
comenzó a implementar la política de ajuste en ese sector. La quita de
subsidios a la actividad minera hace entrar en crisis a toda una industria que
hace más de un siglo que se halla subsidiada. Hoy, a la burguesía española le
sale más barato comprar carbón francés o alemán, que extraerlo en su propio país.
Los
obreros mineros de Asturias, León y Aragón fueron a la huelga en cuanto la
quita de subsidios amenaza con sumarse a la baja de sueldos e incluso a
posibles despidos.
Pero
no fue una huelga más. Los mineros cortaron las rutas, levantaron barricadas y
se armaron de lanzacohetes caseros para enfrentarse a la policía que quería
desalojarlos.
A
la vez organizaron una marcha a pié de 400 kilómetros hasta Madrid que
iniciaron el 22 de junio. Tras 19 días de caminata entraron a la capital
española donde fueron recibidos por miles de personas que los vitoreaban y
aplaudían al grito de "¡Madrid entero se siente minero!", "¡Viva
la lucha de la clase obrera!" o "¡Estos son los que sacan el
carbón!". A continuación una gran columna de obreros se dirigió al Ministerio
de Industrias, donde fueron reprimidos por la guardia civil con balas de goma.
Sin amedrentarse se enfrentaron a la policía y continuaron su marcha mientras
coreaban “la próxima visita será con dinamita”.
Podemos
decir que hoy en España son los obreros mineros quienes se hallan a la
vanguardia de la lucha contra el ajuste. El hecho de que Rajoy recortara un 63%
de las ayudas al sector obligará a muchas de las minas a cerrar dejando en la
calle a cientos de familias que se ganan el pan en esa actividad y dejando en
la bancarrota a los poblados aledaños a las minas.
El
diario La Vanguardia cita a una joven de 27 años, que lleva tres trabajando a
600 metros de profundidad siete horas diarias por un salario mileurista (de mil
euros): “Si las minas cierran, con sus 8.000 trabajadores, las comarcas
desaparecerán; como las piezas de un dominó caerán las panaderías, los
supermercados, peluquerías, colegios… y 50.000 personas perderán su trabajo”
(La Vanguardia, 20/07/2012).
Pero
el trasfondo de la huelga minera es la crisis que está hundiendo a Europa en
una espiral que desembocará en una depresión económica como la de 1929. Es por
eso que la movilización fue acompañada solidariamente por cientos de miles de
trabajadores que colmaron la famosa plaza Puerta del Sol junto con los jóvenes
“indignados” precarizados o desempleados. Reconocían en los mineros al emblema
de la resistencia al ajuste. Esto significa un salto cualitativo en la lucha
contra las políticas patronales porque es el movimiento obrero el que sale a
las calles, con sus métodos históricos de lucha como el piquete, la ocupación de sus lugares de trabajo y la
autodefensa. Recordemos que hasta entonces fue la juventud “indignada”
organizada en el “Movimiento 15M” y
“Democracia Real Ya!” quienes encabezaban las protestas pacíficas y simbólicas.
Tradición combativa
En
España los mineros son muy respetados al interior de la clase obrera. Su
tradición combativa y revolucionaria le han otorgado un gran prestigio en la
vanguardia desde las insurrecciones de los obreros del carbón en 1934. En esa
ocasión, los mineros formaron milicias y a golpe de dinamita controlaron la
región hullera de Oviedo, donde formaron órganos de poder propios, es decir,
soviets. Por medio de esos consejos de obreros disputaron el poder a la
burguesía española.
Casi
80 años después, un joven minero entrevistado por el periódico El País dice que
“Mi abuelo luchó en el 34, mi padre en el 62 y ahora me toca a mí”. “Los
compañeros bromean con él. “Tú lo que quisieras es destronar al Rey e instaurar
el comunismo”, comenta un compañero entre carcajadas. A lo que él, muy serio
contesta: “Pues claro” (El País, 17/06/12). En las puertas de las minas
levantan barricadas, arman lanzacohetes caseros y escudos de metal, y hasta
talan árboles para cortar las rutas.
La burocracia sindical atenta contra el
triunfo
Mientras
tanto, las dos centrales sindicales, la UGT (socialdemócrata) y las CC.OO
(controlada por el reformista PCE) han aislado a los huelguistas mineros. Los
dirigentes burocráticos se limitaron a dar algunas conferencias de prensa
apoyando de palabra y traicionando en los hechos.
Además
de la huelga de los mineros que en pocos días va a cumplir dos meses, los
trabajadores estatales, así como otros sectores de trabajadores públicos han
salido a las calles rechazando las políticas de ajuste. No obstante, la
burocracia ni piensa en una huelga general. Su política es la de conciliar con
el gobierno, aislar las luchas y derrotarlas por cansancio. El mismo secretario
general de UGT, Cándido Méndez ha dicho que el Rey Juan Carlos de Borbón se
opondrá a los planes de ajuste “porque representa el valor del equilibrio”.
¿Desde cuándo una figura tan reaccionaria y parásita como el Rey es considerada
como un garante de los derechos de los trabajadores?! Así de grande es la
traición de la burocracia sindical.
Pero
la crisis es profunda y llegó para quedarse. Hasta cuándo podrá la burocracia
traicionar las luchas está por verse. Si la radicalización de los métodos de
lucha de la clase obrera se contagia a los demás sectores de trabajadores,
siguiendo el ejemplo de los mineros, la base obrera entrará en abierta
contradicción con la pasividad de los agentes de la burguesía en el movimiento
obrero, es decir, la burocracia sindical.
Se desgastan los “fusibles”
democráticos
El
noviembre del año pasado, el PSOE perdió de manera contundente las elecciones
–que tuvieron que ser adelantadas- porque empezó a tomar medidas de ajuste
contra los trabajadores. Pero a pocos meses de su triunfo electoral el
derechista Partido Popular (PP) encabezado por Rajoy no para de desacreditarse
día a día. Los planes de ajuste son tan brutales que hasta quienes lo han
votado salen a las calles para manifestarse. La indignación se pronunció hace
unos días cuando la diputada Andrea Fabra hija del ex presidente del PP de
Castellón e imputado por tráfico de influencias, cohecho y fraude fiscal, gritó
¡Que se jodan! a los desocupados que ahora cobraran menos por el seguro de
desempleo. Las imágenes de los diputados del PP aplaudiendo a Rajoy cuando
anunciaba los recortes trajo al presente el recuerdo de los diputados del
Partido Socialista cuando aplaudían fuertemente los recortes de Rodríguez
Zapatero. Mientras tanto la figura del Rey, se desacredita rápidamente, por
estar envuelta su familia en resonantes casos de corrupción.
El
régimen español se desliza rápidamente hacia una crisis política, de igual o
mayor gravedad a la que afecta a Grecia o Italia.
La
situación actual plantea como tarea inmediata que los trabajadores siguiendo el
ejemplo de los mineros, pasen por encima de la burocracia sindical, y organicen
la Huelga General hasta que caiga el gobierno de Rajoy. Pero para conquistar
una salida obrera y socialista a la crisis es indispensable la construcción de
una organización política de la clase obrera, un partido revolucionario capaz
de acaudillar a los sectores explotados y desocupados, así como a los jóvenes
“indignados” y precarizados. Parafraseando la consigna de los obreros del
carbón que encabeza esta nota, habría que decir que: Si no hay partido no
triunfará la revolución y si no hay revolución, no habrá solución.
Lucho Andrade
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