viernes, 24 de agosto de 2012

España: Obreros del carbón: “Si no hay solución, habrá revolución”


Obreros del carbón: “Si no hay solución, habrá revolución”

El 29 de mayo se inició en España una masiva huelga de los mineros del carbón producto de que el gobierno del derechista Mariano Rajoy del Partido Popular, comenzó a implementar la política de ajuste en ese sector. La quita de subsidios a la actividad minera hace entrar en crisis a toda una industria que hace más de un siglo que se halla subsidiada. Hoy, a la burguesía española le sale más barato comprar carbón francés o alemán, que extraerlo en su propio país.
Los obreros mineros de Asturias, León y Aragón fueron a la huelga en cuanto la quita de subsidios amenaza con sumarse a la baja de sueldos e incluso a posibles despidos.
Pero no fue una huelga más. Los mineros cortaron las rutas, levantaron barricadas y se armaron de lanzacohetes caseros para enfrentarse a la policía que quería desalojarlos.
A la vez organizaron una marcha a pié de 400 kilómetros hasta Madrid que iniciaron el 22 de junio. Tras 19 días de caminata entraron a la capital española donde fueron recibidos por miles de personas que los vitoreaban y aplaudían al grito de "¡Madrid entero se siente minero!", "¡Viva la lucha de la clase obrera!" o "¡Estos son los que sacan el carbón!". A continuación una gran columna de obreros se dirigió al Ministerio de Industrias, donde fueron reprimidos por la guardia civil con balas de goma. Sin amedrentarse se enfrentaron a la policía y continuaron su marcha mientras coreaban “la próxima visita será con dinamita”.
Podemos decir que hoy en España son los obreros mineros quienes se hallan a la vanguardia de la lucha contra el ajuste. El hecho de que Rajoy recortara un 63% de las ayudas al sector obligará a muchas de las minas a cerrar dejando en la calle a cientos de familias que se ganan el pan en esa actividad y dejando en la bancarrota a los poblados aledaños a las minas.
El diario La Vanguardia cita a una joven de 27 años, que lleva tres trabajando a 600 metros de profundidad siete horas diarias por un salario mileurista (de mil euros): “Si las minas cierran, con sus 8.000 trabajadores, las comarcas desaparecerán; como las piezas de un dominó caerán las panaderías, los supermercados, peluquerías, colegios… y 50.000 personas perderán su trabajo” (La Vanguardia, 20/07/2012).
Pero el trasfondo de la huelga minera es la crisis que está hundiendo a Europa en una espiral que desembocará en una depresión económica como la de 1929. Es por eso que la movilización fue acompañada solidariamente por cientos de miles de trabajadores que colmaron la famosa plaza Puerta del Sol junto con los jóvenes “indignados” precarizados o desempleados. Reconocían en los mineros al emblema de la resistencia al ajuste. Esto significa un salto cualitativo en la lucha contra las políticas patronales porque es el movimiento obrero el que sale a las calles, con sus métodos históricos de lucha como el piquete,  la ocupación de sus lugares de trabajo y la autodefensa. Recordemos que hasta entonces fue la juventud “indignada” organizada en  el “Movimiento 15M” y “Democracia Real Ya!” quienes encabezaban las protestas pacíficas y simbólicas.

Tradición combativa

En España los mineros son muy respetados al interior de la clase obrera. Su tradición combativa y revolucionaria le han otorgado un gran prestigio en la vanguardia desde las insurrecciones de los obreros del carbón en 1934. En esa ocasión, los mineros formaron milicias y a golpe de dinamita controlaron la región hullera de Oviedo, donde formaron órganos de poder propios, es decir, soviets. Por medio de esos consejos de obreros disputaron el poder a la burguesía española.
Casi 80 años después, un joven minero entrevistado por el periódico El País dice que “Mi abuelo luchó en el 34, mi padre en el 62 y ahora me toca a mí”. “Los compañeros bromean con él. “Tú lo que quisieras es destronar al Rey e instaurar el comunismo”, comenta un compañero entre carcajadas. A lo que él, muy serio contesta: “Pues claro” (El País, 17/06/12). En las puertas de las minas levantan barricadas, arman lanzacohetes caseros y escudos de metal, y hasta talan árboles para cortar las rutas.

La burocracia sindical atenta contra el triunfo

Mientras tanto, las dos centrales sindicales, la UGT (socialdemócrata) y las CC.OO (controlada por el reformista PCE) han aislado a los huelguistas mineros. Los dirigentes burocráticos se limitaron a dar algunas conferencias de prensa apoyando de palabra y traicionando en los hechos.
Además de la huelga de los mineros que en pocos días va a cumplir dos meses, los trabajadores estatales, así como otros sectores de trabajadores públicos han salido a las calles rechazando las políticas de ajuste. No obstante, la burocracia ni piensa en una huelga general. Su política es la de conciliar con el gobierno, aislar las luchas y derrotarlas por cansancio. El mismo secretario general de UGT, Cándido Méndez ha dicho que el Rey Juan Carlos de Borbón se opondrá a los planes de ajuste “porque representa el valor del equilibrio”. ¿Desde cuándo una figura tan reaccionaria y parásita como el Rey es considerada como un garante de los derechos de los trabajadores?! Así de grande es la traición de la burocracia sindical.
Pero la crisis es profunda y llegó para quedarse. Hasta cuándo podrá la burocracia traicionar las luchas está por verse. Si la radicalización de los métodos de lucha de la clase obrera se contagia a los demás sectores de trabajadores, siguiendo el ejemplo de los mineros, la base obrera entrará en abierta contradicción con la pasividad de los agentes de la burguesía en el movimiento obrero, es decir, la burocracia sindical.

Se desgastan los “fusibles” democráticos

El noviembre del año pasado, el PSOE perdió de manera contundente las elecciones –que tuvieron que ser adelantadas- porque empezó a tomar medidas de ajuste contra los trabajadores. Pero a pocos meses de su triunfo electoral el derechista Partido Popular (PP) encabezado por Rajoy no para de desacreditarse día a día. Los planes de ajuste son tan brutales que hasta quienes lo han votado salen a las calles para manifestarse. La indignación se pronunció hace unos días cuando la diputada Andrea Fabra hija del ex presidente del PP de Castellón e imputado por tráfico de influencias, cohecho y fraude fiscal, gritó ¡Que se jodan! a los desocupados que ahora cobraran menos por el seguro de desempleo. Las imágenes de los diputados del PP aplaudiendo a Rajoy cuando anunciaba los recortes trajo al presente el recuerdo de los diputados del Partido Socialista cuando aplaudían fuertemente los recortes de Rodríguez Zapatero. Mientras tanto la figura del Rey, se desacredita rápidamente, por estar envuelta su familia en resonantes casos de corrupción.
El régimen español se desliza rápidamente hacia una crisis política, de igual o mayor gravedad a la que afecta a Grecia o Italia.
La situación actual plantea como tarea inmediata que los trabajadores siguiendo el ejemplo de los mineros, pasen por encima de la burocracia sindical, y organicen la Huelga General hasta que caiga el gobierno de Rajoy. Pero para conquistar una salida obrera y socialista a la crisis es indispensable la construcción de una organización política de la clase obrera, un partido revolucionario capaz de acaudillar a los sectores explotados y desocupados, así como a los jóvenes “indignados” y precarizados. Parafraseando la consigna de los obreros del carbón que encabeza esta nota, habría que decir que: Si no hay partido no triunfará la revolución y si no hay revolución, no habrá solución.

Lucho Andrade

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