viernes, 24 de agosto de 2012

Provincia de Buenos Aires. Entre la interna del kirchnerismo y el ajuste


Aguinaldo en cuotas: un primer round ganado por los trabajadores a pesar de la burocracia sindical.

El viernes 29 de junio, el gobernador Scioli transformó los rumores en realidad cuando anunció que pagaría el aguinaldo en cuatro cuotas a los trabajadores estatales y docentes bonaerenses. Ya se venía gestando un ambiente de bronca que se plasmó en la simpatía por el paro del 27/6 convocado por Hugo Moyano, medida  a la que se plegaron un buen número de trabajadores estatales y de la educación. Conocida la decisión  de Scioli, no se  habló de  otra cosa en las escuelas y dependencias estatales, los trabajadores esperaron la reacción inmediata de  los  gremios, pero las diferentes conducciones  burocráticas  se tomaron su tiempo y  anunciaron medidas de fuerza todas en diferentes días y modalidades para la primera semana de julio. A pesar de la política divisionista de los burócratas, se expresó esa semana la voluntad de lucha de los estatales bonaerenses que frente a la falta de claridad en los anuncios de las  medidas de fuerza, pararon masivamente sin importar el gremio convocante.
 Así comenzó el conflicto por el pago en tiempo y forma del aguinaldo en la Pcia de Bs As. La actitud del gobernador frente a la masividad de los paros de esa semana  fue la intransigencia. La segunda semana, a los dirigentes no les quedó otra que coincidir en la convocatoria al paro de 48hs, medida que otra vez hizo sentir la masividad en todos los rincones de la Pcia de Bs As, pero especialmente en La Plata donde por abajo se unificaban las protestas callejeras.
 A ésta altura el gobernador ya había anunciado otras medidas para recortar el gasto público, y la presentación a la legislatura provincial de un proyecto de ley de emergencia económica (que no prospero aún), pero también intentó dividir anunciando que pagaría todo el aguinaldo a los que cobran menos de $4000, el pago total a los trabajadores del IOMA, mientras la justica pcial  dijo que pagaría a sus empleados con fondos propios la totalidad del aguinaldo, y Mariotto le aseguró lo mismo a los trabajadores de la legislatura.
Enseguida el conflicto tomó relevancia política nacional, se instaló la discusión de los problemas económicos  en todas las provincias,  y se coló la conocida pelea entre el gobierno nacional y provincial que tirándose la pelota el uno al otro, colocaron a los trabajadores como aparentes rehenes de la interna del kirchnerismo. Pero no es cierto  que en territorio bonaerense sólo se jugaron cuestiones de la interna del peronismo. Las dificultades económicas son reales: en doce provincias, decenas de municipios, peronistas, radicales o socialistas han hecho saber sus dificultades para pagar sueldos y aguinaldos y anuncian grandes dificultades en los próximos meses.  Ésta realidad se relaciona directamente con la situación de la economía y con la política, tanto del gobierno nacional como de los provinciales, de hacer pagar a los trabajadores los costos de la crisis. El  discurso desde la rosada es que los gobernadores  tienen que hacerse cargo, afrontar las crisis provinciales y dejar de pedir auxilio a la Nación. En otras palabras CFK les exige a los gobernadores provinciales que ajusten y asuman los costos políticos de dichos ajustes, por supuesto que aprovechó la crisis bonaerense para hacerle morder un poco el polvo a Scioli, pero la plata para completar el pago total del aguinaldo que aportó la nación, es de los fondos del Anses  y  será descontada de la coparticipación federal; si tan áspera disputa por fondos terminó resolviéndose durante éste mes, fue por la contundente respuesta de los trabajadores, que a pesar de sus dirigentes mostraron voluntad de lucha.

Pagaron todo el aguinaldo en julio, sin embargo: El ajuste llegó para quedarse

Hasta fin de año el faltante en la provincia ronda los 11 mil millones. Eso es lo que necesita Daniel Scioli para hacer frente a gastos entre otras cosas, de salarios. El pago del aguinaldo pasó, pero las consecuencias de las medidas de “recortes” ya se empiezan a sentir. Las obras de infraestructura escolar o de salud están paradas, los proveedores del  SAE (Servicio Alimentario Escolar) amenazan con dejar de entregar mercadería ya ésta semana, es decir que peligra el servicio de comedor y copa de leche en las escuelas; y no está muy claro cómo hará el gobierno provincial para afrontar el pago en tiempo y forma de los salarios. Por otro lado, quedan pendientes las reivindicaciones más sentidas antes del pago en cuotas del aguinaldo: la eliminación del impuesto al salario, del tope a las asignaciones familiares, el aumento de salarios frente a la creciente inflación que licua el poder adquisitivo, el pase a planta de los trabajadores precarizados, en el caso de los docentes todavía quedan miles de trabajadores que vienen cobrando menos o no cobrando desde comienzo del ciclo lectivo.

Prepararse para enfrentar el ajuste

Es una necesidad para defender nuestras conquistas y para pelear por nuestras reivindicaciones más sentidas, para defender la salud y la educación pública, enfrentar de conjunto el ajuste que ya comenzó. Para esto hay  que tener una dirección dispuesta a hacerlo, un programa de lucha que vaya al fondo de la cuestión, y no que nos ponga  a los trabajadores como furgón de cola de los intereses patronales, y además que las decisiones estén en mano de los trabajadores. Y aunque para muestra sobra un botón como dicen las abuelas,  una vez más los burócratas sindicales mostraron la hilacha: Mientras los trabajadores discutían en los lugares de trabajo, sobre la necesidad de luchar de manera unificada, la burocracia de todos los gremios intentaba garantizar lo contrario. Roberto Baradel, Sec. Gral. de SUTEBA  como era de esperar se sumó al discurso kirchnerista, haciendo eje en la “mala administración” de Scioli, tratando en todo momento de despegar al gobierno nacional del conflicto, y en su rol de  Sec. Gral. de la CTA en la Provincia, se encargó de dividir la movilización de estatales y docentes. Por su parte el Sec. Gral. de ATE (que responde a la CTA nacional michelista) puso el acento en la discusión sobre la coparticipación federal, programa que viene levantando el FAP (Binner), y en cuanto a la movilización y medidas conjuntas tampoco tuvo una política alternativa a la del yaskista Baradel. Los gremios de la CGT, como UPCN se vieron obligados a convocar al paro luego de años de no realizar medidas de fuerza. Por supuesto no hubo ningún impulso desde este sector de la burocracia ni para unir la lucha ni para movilizarse, al igual que UDOCBA, gremio docente que le disputa al FGB (frente de SUTEBA y FEB).
Durante las tres semanas de conflicto,  distintos sectores de oposición a la burocracia planteamos la necesidad de unir la lucha por abajo, de diferentes maneras, asambleas conjuntas de estatales y docentes por distrito, reuniones de delegados conjuntas, plenario provincial de delegados, etc. Hubo un Encuentro Opositor que se pronunció al respecto y que votó dar impulso a una orientación de este tipo luego del receso escolar. Lo cierto es que para desarrollar una orientación de esas características hubiera sido muy importante que lo tomara algún sindicato distrital, pero esto no ocurrió. La azul y blanca de SUTEBA (PCR) junto al MST acompañaron la orientación de Micheli, incluso abandonando la pelea por la unidad de los docentes. Y por ahora no ha surgido ninguna junta interna o dirección distrital que tome en sus manos el desarrollo -ni siquiera distrital- de organismos de base de discusión y decisión que nucleen a docentes, auxiliares, trabajadores de la salud, etc. Donde hubo coordinación distrital fue entre comisiones directivas. Esta es una de las razones por las cuales las diferentes burocracias pueden tener aún el control general del conflicto.
Hoy, tanto los dirigentes de los sindicatos estatales y docentes enrolados en ambas CTA, parados desde el triunfo real que significó derrotar el aguinaldo en cuatro cuotas, plantean -por supuesto desde la web- que hay  que retomar las reivindicaciones pendientes.
Desde el CE (PRS-CT) opinamos que tenemos que prepararnos para enfrentar el ajuste, y  organizarnos para pelear por un programa de lucha que refleje todas nuestras necesidades y que sea independiente del gobierno, los diferentes sectores de la oposición patronal y las alas de la burocracia o corrientes sindicales que les responden. Para luchar desde la base por ese programa y métodos de lucha tenemos que agruparnos los sectores que acordemos con esta orientación.
Elena x

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