El 6 de agosto a la mañana
comienza el juicio contra José Pedraza y otros 16 procesados, entre
colaboradores suyos, la policía que se encargó de liberar la zona y la patota
que mató a Mariano. Que Pedraza espere el juicio detenido no es señal de que el
gobierno quiera enjuiciarlo sino más bien una medida para descomprimir el
descontento popular que generó el asesinato, para despegarse de la responsabilidad que
tiene el propio gobierno y el ministerio de trabajo, que conviven con este tipo
de patotas armadas como fuerza de choque con los trabajadores y luchadores en
los gremios. Que la Unión Ferroviaria se haya encolumnado detrás de la CGT
paralela que el gobierno impulsa para desplazar a Moyano es una muestra mas de
que el gobierno hará cualquier cosa que tenga al alcance para fortalecer a la
burocracia sindical y así domesticar a los trabajadores e imponer sus políticas
pro-patronales. A medida que la crisis económica mundial se profundiza y
empieza a sentirse en nuestro país, al gobierno se le va cayendo la careta.
Mientras enjuicia sólo a un puñado de militares, Cristina Kirchner estrecha
relaciones con toda la cúpula cegetista que apoyó a Menem y garantizó la flexibilización
laboral de los 90´. De hecho, el gobierno recién desistió de colocar al burócrata
de la UOCRA Gerardo Martínez como cabeza de su lista sindical cuando saltó a la
luz su pasado como miembro del servicio de inteligencia del batallón 601 en la
última dictadura, gracias a la denuncia presentada por distintos organismos de
derechos humanos y el SITRAIC. En la medida en que le fue útil, tampoco se
asqueó cuando se apoyó en Moyano, sabido entregador de compañeros durante la
AAA y que en ese momento también estaba en unidad con Pedraza en la CGT de
Moyano estaba a cargo de Secretaría de Cultura, Ciencia y Técnica.
El procesamiento de los
activistas obreros y populares por luchar, y los miles de casos de gatillo
fácil a los jóvenes de los barrios pobres son una muestra clara de los
intereses que defiende el kirchnerismo, que de a poco prepara el terreno para
nuevos ajustes contra la clase trabajadora.
Mariano fue asesinado
luchando junto a los trabajadores ferroviarios que se movilizaban contra la
tercerización y por mejores condiciones de trabajo. El crimen de Mariano es un
crimen de clase, es un crimen contra toda la clase obrera. El gobierno defiende
los intereses de las patronales y las multinacionales. No debemos depositar la
más mínima esperanza en que el kirchnerismo y sus jueces condenen a Pedraza y
al resto de los asesinos. La única forma de lograr la cadena perpetua y el
castigo a los demás responsables es movilizándonos desde nuestros lugares de
trabajo y estudio. Debemos impulsar una campaña unitaria de todos los
organismos de DDHH, de los partidos políticos de izquierda y las comisiones
internas anti-burocráticas para que Pedraza se pudra en la cárcel. Para
enfrentarnos a los nuevos ajustes que prepara el gobierno, ya sea con la nueva
CGT, amedrentando a los trabajadores con palos, como en la línea 60 o en el
INTI, o con sus discursos, como con los trabajadores del subte o los docentes,
es fundamental darle impulso a un Frente Único Obrero, independiente de las
patronales, la burocracia y la oposición patronal.
¡Perpetua a Pedraza!
¡Libertad a los presos por luchar, basta de perseguir y procesar a los
luchadores!
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